Navegar por las complejidades de un negocio global implica equilibrar zonas horarias, culturas y estilos de comunicación. Pero a veces, nada supera la presencia en persona.
El mes pasado, Stefan Brosick, Dave Stahlman y Nathan Ding de CFI visitaron las instalaciones de Esser en Warstein, Alemania, un recordatorio de cómo la colaboración cara a cara puede generar una comprensión más profunda, asociaciones más sólidas y mejores resultados.
Ya sea para alinearse en detalles técnicos o para generar confianza a través de las fronteras, estos momentos importan.